Todo fluye hasta que... deja de fluir. Los efluvios balsámicos y edulcorados que sólo pretenden enmascarar el conflicto, muchas veces generan más problemas y cristalizan situaciones insostenibles en el largo plazo. A veces es preferible romper la baraja, mancharse la cara con pinturas de guerra y destruir todo lo tóxico para que se geste un "nuevo comienzo".
Fuerza y Honor.
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