16 marzo 2018

Vuela alto...

Lanzada al vacío, con amor y decisión, consiguió desplegar sus mermadas alas antes de estrellarse contra las rocas lamidas por aquellas olas milenarias. El acantilado, que había crecido con los años, visto desde el aire, presentaba una perspectiva sobrecogedora.

Comenzó a batir su pequeñas alas, que habían sido recortadas durante años por su entorno y aquellos falsos profetas que, huntándole el grasiento bálsamo que la tenía anestesiada, la acompañaron durante más tiempo del deseable. 

A medida que volaba notaba más fuerza y podía volar más alto. Miró al acantilado con curiosidad y comprobó, perpleja, la verdadera dimensión del mismo. Sólo tenía que volar, ni más ni menos. Con ilusión, esfuerzo y ganas de vivir se dirigió al horizonte para no volver jamás a esa gruta en la que había estado recluida durante lustros.

Blanco y Negro.

10 marzo 2018

Mantra

A duras penas y con mucho esfuerzo, casi sacada con forceps, logró pronunciar aquella palabra prohibida. La había guardado en lo más profundo de su ser porque le aterraba intuir que aquel sencillo nombre, maltratado y vilipendiado injustamente durante muchos años, pudiese encajar con su identidad más íntima, con lo que anhelaba más allá de lo que era capaz de reconocer en esos momentos.

El tapón, materializado en forma de dolor físico, en el centro de su pecho, le impedía respirar libremente. Todas las facetas de su vida y personalidad estaban siendo aniquiladas por ese bloqueo injusto e irracional, como comenzaba a entender ahora. Comprendió, de una vez por todas, que sus intentos vanos por forjarse un arquetipo acorde con las expectativas de su entorno y de los demás habían sido infructuosos y la estaban matando lenta y dolorosamente.

La palabra dolió al salir, arañando las capas más suaves de su garganta hasta impedirle pronunciarla. La quemazón era insoportable. Poco a poco, lentamente, aprendió a pronunciarla suavemente, despacio, sin prisas.... acariciándola con sus labios... y entendió que todo comenzaba a fluir nuevamente. Tranquilamente, en esos espacios íntimos que ahora se reservaba para sí misma, comenzó a recitar su mantra. Había comenzado a quererse a sí misma y sólo así podía comenzar a querer a los demás...

Blanco y Negro.

07 marzo 2018

Un nuevo comienzo

Dolía como si le hubiesen amputado un miembro gangrenado. Ahora se daba cuenta de que, en su fuero más interno, había intuido el terrible dolor que le sobrevendría cuando afrontara directamente su más profunda inquietud. La operación a corazón abierto había ido razonablemente bien, dada la complejidad inherente a estas intervenciones. El postoperatorio..., ya se lo habían advertido, iba a ser muy duro. 


Tuvo la tentación, en esas primeras horas, de retornar a la tibia penumbra en la que había malvivido desde que tenía uso de razón. Es más, comenzaba a darse cuenta de que muchas de sus pequeñas manías, fobias y problemas emocionales y de autoestima no eran sino un vacuo subterfugio, una cortina de humo que su mente, temerosa y creativa, había creado para alejarse de la zona de peligro que su inconsciente había cartografiado, pero ella se negaba a reconocer en sus mapas mentales y emocionales. Su zona de confort, además, había sido reforzada por aquellos chamanes de opereta a los que había acudido para sanarse y que, paradógicamente, facilitaron que su dolor se introdujese aún más en las cavernas de su ser y echara raíces lentamente. 

Temerosa, pero con un deseo inmenso de seguir avanzando, abrió tímidamente la persiana y dejó que sus dilatadas pupilas, acostumbradas a la oscuridad, acogieran con amor y esperanza los primeros rayos de luz de este nuevo comienzo. Una lágrima, esta vez de felicidad, se deslizó furtivamente por su delicada mejilla...

Blanco y Negro.

06 marzo 2018

Cirugía virtual

Terminó con cuidado y habilidad de suturar todas las capas que había tenido que abrir para acceder a las más profundas áreas de su espíritu y conciencia, del de esa frágil criatura que había acudido a su recóndito oráculo para indagar en las muchas respuestas no encontradas ni halladas tras su largo y dilatado periplo en el interior de su ser. 

Creía haber neutralizado la hemorragia interna que amenazaba con destrozarla. Había que drenar sin prisas todo el fluido tóxico acumulado durante esos años. Ese catéter, hábilmente colocado en el sitio apropiado, variaba siempre en cada persona, por lo que no existían recetas mágicas ni cartografías homologadas, por su carácter inefable y singular. 

Respiraba, que no era poca cosa, ya que su asfixia era patente a muchas leguas. Poco a poco, con calma y artesanalmente, sanarían esas heridas que ella se había autoinfligido para ocultar, sin éxito, lo que anhelaba en lo más profundo de su ser. Sus cicatrices habían conseguido conformar una coraza pétrea que atenazaba cada poro de su piel. El cálido hálito de su entorno la había domesticado hasta convertirla en una muñeca pequeña y desvalida, temerosa de abrir la boca. Quedaba camino por recorrer, pero sabía que podían conseguirlo. Aunque estaba agotado, sonrió... 


Blanco y Negro.

05 marzo 2018

Exorcismo

Escupió lentamente los últimos restos de aquel ectoplasma que la había poseído durante demasiado tiempo. La había acompañado, en calidad de viscoso y soterrado parásito, desde que comenzó su agónico declive. 

El resto, acólitos despreciables de la peor calaña pero ínfima categoría, habían sido masticados con calma, apreciando la hiel que destilaban mientras quejosos y lloriqueantes perdían el sustento vital que les había hecho sentir como gitantes, eso sí, con pies de barro. 

El amargo sabor, curiosamente, le resultó grato porque significaba desprenderse de sus más ocultos temores e inconfesables fobias y tormentos. Se enjuagó la boca despacio, con delectación. Esta vez no gritó...


Blanco y Negro. 

04 marzo 2018

Oscura Crisálida


Enredarse dentro de sí misma, tronchando sus músculos hasta el paroxismo, fue la manera que había encontrado de protegerse del entorno grasiento y hostil que la perseguía cada instante de su vida. 

Respiraba con dolor y, a duras penas, sobrellevaba el inmenso boquete que se abría en su pecho y que amenazaba con desangrar su espíritu. Respiraba ahogándose... Vivía muriéndose... Oscura crisálida que gritaba en silencio, soterrando su llanto y gimiendo por dentro. Grito...


Blanco y Negro.

El tigre herido...