Micro satírico-erótico de inspiración histórica.
La
inquisición no tardará en llegar,
Madre Abadesa. Por ello, le ruego que, si lo tiene a bien vuecencia,
se sobreponga con presteza del paroxismo orgásmico que la embarga en
estos momentos y me
aligere del peso de sus mullidas nalgas que, dispuestas a horcajadas
sobre mis endebles y
maltrechas caderas,
amenazan con fracturar algún hueso, que ya conoce mi débil constitución física tras otros lances de similar factura al que nos encontramos.
Ya, de paso, podría liberarme
de los pesados y herrumbrosos grilletes que aprisionan mis muñecas y tobillos y alcanzarme mi ajado
hábito que, en el frenesí de la lúbrica coyunda, me arrancó frenéticamente
y arrojó sin conmiseración alguna a ese oscuro y
húmedo rincón de su
celda.
Muy amable y, por favor, dese prisa, sin refocilarse en exceso dada la premura de tiempo que nos invade que ya, a juzgar por el rictus melancólico que le asalta el rostro, va bien servida...
6 comentarios:
Me encanta el uso del lenguaje y la situación, digamos, singular.
Abrazo!!
Relatazo!!
Si es que eres un genio picarón Juan. La imagen no podía ser menos erótica y más peculiar.
Esta situación me recuerda la famosa frase de Santa Teresa de Jesús: "...porque hijas mías, entre santa y santo, pared de cal y canto" (ergo...vosotros no sois santos).Jajajaja
Un saludo niño.
Excelente el relato. Me gustó
¡Genial!, y en castellano antiguo.
Me encanta qué escritores actuales lo saquen a pasear, de vez en cuando.
Tiene ese sabor especial qué solo los clásicos sabían dar.
Gracias Juan por tú Preciosa aportación.
Un gran abrazo español.
¡Genial¡, ya era hora que alguien usará el castellano antiguo, y lo sacara a pasear.
Me encanta que un escritor actual lo use con ese toque especial qué solo los antiguos le sabían dar.
Gracias por está especial aportación, que me ha hecho disfrutar.
Un gran abrazo español.
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