Muchas veces infravaloramos la importancia de vivir en sociedad. ¿Somos lo que somos porque nos ven los demás o porque somos realmente así? Posiblemente, nos volveríamos locos si no tuviésemos referentes que nos marcasen ciertas pautas y retroalimentasen nuestros hábitos, actitudes y conductas. "Errare humanum est" (errar es humano), por lo que todos, sin que pueda excluirse nadie, cometemos muchos errores a lo largo de nuestra vida. Hasta ahí, nada raro ni de lo que atormentarse.
Me gustó esta frase de Cortázar porque plasmaba de manera concisa y magistral esa realidad indubitable. Necesitamos uno o varios referentes que nos permitan vernos, a nosotros mismos y a nuestras reacciones. Por tanto, aquí el término espejo asume un papel principal y difícilmente sustituible en el reforzamiento y extinción de los roles que asumimos. En particular, vivir en pareja nos puede generar tensión, estrés, satisfacciones, alegrías, disgustos y todo el amplio espectro de circunstancias a las que estamos acostumbrados.
Es la interacción con el otro lo que nos hace crecer y mantener la cordura. Por eso es tan complicado convivir con alguien que no nos permita interactuar, que no nos regale su tiempo, reflexiones, diálogos, comentarios y presencia efectiva. Convivir con un espejo roto nos hará, con casi total probabilidad, enfermar el alma. Nos anulará y encadenará a situaciones absolutamente enajenantes que llevarán, en muchos casos, a querer escapar de la situación y de la misma vida.
Estar solo no es necesariamente malo. La soledad buscada y hallada puede ser reconfortante y enriquecedora. Estar solo estando acompañado es profundizar en la miseria existencial más infamante y destructiva a la que el ser humano puede enfrentarse. Pocos sobrevivirán cuerdos a ese fantasmagórico escenario.
3 comentarios:
Esa sensibilidad de que impregnas tus reflexiones, hacen aún más profundas tus palabras. Sin duda no es bueno convivir con un espejo rojo, y aunque errar es de humanos nos cuesta reconocerlos, a veces hasta que no se ha roto del todo, no caemos en la cuenta.
Besitos amigo. Muy sabia reflexión.
Coincido contigo en todo lo que expresas. La soledad buscada puede ser enriquecedora, pero si te sientes solo al lado de alguien... eso puede ser espantoso y destructivo para ambos. Me ha gustado tu texto, es muy metafórico y, como siempre, me haces pensar. Un beso enorme, Juan
Todos nos necesitamos equitativamente, formamos todos juntos la sociedad en la que vivimos. Y si, es triste que alguien estando acompañado sienta soledad. Necesitamos el cariño mutuo y demás sensaciones para realizarnos, para completar nuestro papel en la sociedad.
Diferente es, que alguien busque esa soledad para hallar algo de sí mismo.
Magníficas palabras Juan Antonio que hacen buen honor a la sabia reflexión de Cortázar en la que estoy de acuerdo.
Un fuerte abrazo.
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