Demasiadas veces tenemos mucha prisa en alcanzar logros y estadios vitales por el mero afán de obtener una satisfacción personal y reconocimiento de terceras personas del entorno. Hasta ahí, nada raro ni patológico. Es algo que está en nuestra naturaleza. El problema reside, a mi modo de ver, en pretender alcanzar etapas o hitos para las que no estamos lo suficientemente preparados. En suma, correr demasiado sin haber afianzado una base adecuada desde la que avanzar. Además, todo se complica si añadimos la intolerancia a la frustración, que hace que seamos capaces de casi cualquier cosa con tal de alcanzar aquello que se nos niega o que deseamos vehementemente.
Conozco a personas que, en ese afán de sobresalir a toda costa, han asumido roles absolutamente inconsistentes e incompatibles con sus capacidades personales y profesionales. Como resultado de esa circunstancia, además de generar múltiples problemas en el ámbito donde desarrollan su labor, se enfrascan en una guerra personal contra todo aquello que, supuestamente, les desafía. A resultas de ello, estigmatizan a todo aquel que sobresale o tiene, simple y llanamente, mejores cualidades y aptitudes para el desempeño de los roles que ocupan como consecuencia del nepotismo u oscuros manejos e influencias.
Conozco a personas que, en ese afán de sobresalir a toda costa, han asumido roles absolutamente inconsistentes e incompatibles con sus capacidades personales y profesionales. Como resultado de esa circunstancia, además de generar múltiples problemas en el ámbito donde desarrollan su labor, se enfrascan en una guerra personal contra todo aquello que, supuestamente, les desafía. A resultas de ello, estigmatizan a todo aquel que sobresale o tiene, simple y llanamente, mejores cualidades y aptitudes para el desempeño de los roles que ocupan como consecuencia del nepotismo u oscuros manejos e influencias.
Por tanto, habrá que cultivar una sana paciencia, que no implica dejadez, cobardía o negligencia, con objeto de nutrirnos y evolucionar en todas las facetas vitales, internas y externas, para que podamos seguir avanzando en nuestra particular Ítaca, nuestro propio camino. Sólo así estaremos en disposición de atisbar y alcanzar un estadio de cierta plenitud existencial.
5 comentarios:
No puedo estar más de acuerdo.
El egocentrismo no es la cualidad del ser humano que nos hace precisamente grandes.
Sólo podemos avanzar en nuestro aprendizaje (ya sea de índole personal o profesional) asumiendo nuestros errores y encajándolos, para luego así, poder avanzar mientras aprendemos todos los días algo nuevo.
De todos aprendemos algo.
Enhorabuena amigo, me gustó tu reflexión.
Un abrazo.
Muy importante reflexión, en especial en estos momentos cuando se extiende el culto al YO.
Muchas veces se nos habla de la necesidad de luchar por lo que queremos, de fijarnos metas a las que aspirar y confiar en nuestra capacidad para alcanzarlas, en valorarnos mucho y bien para reforzar nuestra autoestima...
Pero qué pocas veces se nos habla de hacer todo eso en tiempo vital y forma adecuada para nosotros. Como bien dices la paciencia puede ser también un arma importante para conseguir lo que deseamos ser en nuestra vida.
Un reflexión estupenda, Juan Antonio, me ha encantado!! Gracias por compartirla con nosotros :)
Un fuerte abrazo, que disfrutes de tu finde!!
Hay quiénes en su empeño por destacar o simplemente por ignorancia, se proclama para metas inalcanzables o, insatisfechas. Creo que uno de los problemas es la impaciencia y pretender ser alguien para lo que no se está capacitado ser.
Siempre me ha gustado conocer la vida de Sidharta Gautama.
Una estupenda reflexión amigo Juan Antonio.
Un fuerte abrazo.
Es tiempo sospecho, lo que necesito.
concentración y meditación.
Gracias por lo que has publicado.
Saludo cordial
manuc
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