pero vuela alto y no mires atrás.
Despréndete de esa incómoda coraza,
de ese lastre eterno
que te permitió sobrevivir al infierno helado
mientras te arrastrabas por el suelo.
Pero no la desprecies;
te ayudó a caminar por el páramo de tu existencia.
Ahora comprendes
que su peso es excesivo.
Has acumulado sobre ella capas de sedimentos
que te arrogaste,
que te lanzaron,
que recogiste
en tu afán por salvar el mundo...
Sobrellevarla te hizo fuerte,
antes los ojos de los demás
y los tuyos propios.
Pero todo cansa...
y todo llega.
No permitas más que tu espalda
cargue las miserias que otros,
egoístamente,
no fueron capaces de solventar.
Ayuda a los demás,
pero ayúdate a tí misma.
Tu naturaleza,
que es sabia,
ha mostrado síntomas de asfixia.
Los reconoces y te aterran,
porque eres fuerte...
¿o no?
Escúchala,
respétala y sigue sus dictados.
Suelta lastre,
baila,
sumérgete en las aguas de ese mar...
Y permite que el agua salobre
cicatrice tus heridas.
Dolerá,
pero el dolor te hará recordar
lo que fuiste.
Respira,
hondamente esta vez,
y grita,
grita alto,
con todas tus fuerzas
y hazlo sin temor.
Lanza al viento tus lamentos y plegarias
y comprenderás,
por fín,
que todo fluye
aunque no estés,
que todo seguirá fluyendo
cuando te vayas...
Vive, sueña y goza de tus días
y no empeñes más desvelos
ni regales tus lamentos
por que tú,
solo tú,
eres la dueña de tu destino.
Vuela, vive y sueña.
Sé feliz...
4 comentarios:
Qué poema más precioso!!! :)
que bellisimo poema
Me ha encantado...
... no permitas más que tu espalda cargue la miserias de otros...
Realmente, maravilloso.
Mi enhorabuena.
Un fuerte abrazo.
¡¡ Hermoso poema !!
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