en silencio y sin mesura
por aquello que no fuiste,
por aquello que se fue...
Gimes,
y el gemido se acompasa
con tus lágrimas saladas,
con tu llanto,
tan amargo
tan inútil
tan extraño,
tan pequeño como es.
Sueñas,
y soñando que has soñado
no debiendo haber querido,
te das cuenta,
de que nunca
tus heridas se cerraron;
que supuran lentamente
y recuerdan tu pasado.
Tus suspiros y lamentos,
tus congojas
y pesares,
sólo ellos te recuerdan,
cada día,
cada instante,
que el pasado mortecino
se diluye haciendo daño;
socavando tus cimientos,
deshaciéndote despacio,
recordándote el tormento.
Llora,
pero hazlo sin pesares,
liberándote con ello
recordando,
sin dudar,
que eres dueña,
sólo tú,
de tu infierno
y de tu cielo.
8 comentarios:
Maravilloso poema, Juan. De verdad que me ha llegado al alma. Se me ha removido algo en mis entrañas, un recuerdo, una aguja y agua salada. Cada vez que te leo me da la sensación de estar frente a mi querida playa.
Abrazos.
Maravilloso poema, Juan. De verdad que me ha llegado al alma. Se me ha removido algo en mis entrañas, un recuerdo, una aguja y agua salada. Cada vez que te leo me da la sensación de estar frente a mi querida playa.
Abrazos.
Un precioso poema, con mucho ritmo y musicalidad. Gracias por compartirlo
Bello poema, me encantó!
Besos!
llorar en silencio, no de dolor si no, de sentimiento. Un bello poema amigo.
un abrazo fuerte.
Hermoso Juan Antonio. Lleno de piel dolida que busca gritar... Precioso. Gracias.
Que grata sorpresa! Desconocía esta faceta tuya artística. Mi enhorabuena. Bonito tu poema. Un abrazo.
Que grata sorpresa! Desconocía esta faceta tuya artística. Mi enhorabuena. Bonito tu poema. Un abrazo.
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