Cada relato corto de esta serie es una cicatriz que habla, una luz que se filtra en mitad del derrumbe.
No hay consuelo fácil. No hay final feliz. Hay verdad. Cruda, íntima, hermosa.
Hay una mujer que cae, que grita en silencio, que se reconstruye con manos temblorosas.
Y hay palabras que arden, pero también salvan.
No son historias, son espejos. Breves, pero demoledoras. Intensas, pero honestas. Un grito sutil para quienes se atreven a mirar de frente sus propios grises. Porque, al fin y al cabo, todos habitamos —en mayor o menor medida— esa zona incierta entre el blanco y el negro.
1. Si no existiera el blanco y negro.
2. Prefiero morir que perder la vida.
3. Exorcismo.
4. Despertar...
7. Vuela alto.
9. Mantra.
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